Te quería.Solo llevaba unos días y unas horas sin verlo y ella se moría por volver a verlo reír, por escuchar su voz y cada una de las tonterías que emite, por sentir eso otra vez, por sentir ese cuerpo a cuerpo, por volver a sentirse como aquella noche, por volver a despertarse como aquel día, por revivir ese dolor placentero, por ese placer doloroso, por volver a sentir todo eso, por repetirlo aunque fuera por una vez, aunque fuera una última vez, retornar esos labios y esa boca que la volvían loca y le hacían temblar y estremecerse cada vez que la tocaban, esas marcas que le recordaban que era de él, de su propiedad como él mismo decía, por volver a presenciar esa actitud chulesca pero en el fondo muy tierna que la hacía acelerarse, esas ansias por abrazarlo y por enseñarlo a querer y dejarse querer y no sobre protegerse con esa actitud que la mata por dentro, esa chulería y prepotencia que lo abordaba a él en su totalidad y no dejaba salir realmente a esa persona y ese carácter adorable que ella sabía que tenía.Quería volver a sentirle extremadamente cerca, volver a estar piel con piel sin un solo milímetro de separación, quería recuperar ese juego que aunque la perturbara la hacía sentirse viva,hacía que todo cobrara sentido.Pero un día despertó, miro a los lados y comenzó con desesperación a buscarlo y comenzó esa sensación de agobio extremo al no verlo, abrió los ojos después de ese momento de angustia y se dio cuenta de que nunca había estado, que lo verdaderamente extraño hubiera sido que si lo hubiera hallado al despertar. Cuando logró abrir definitivamente los ojos y ver que no estaría ahí ni en ese momento ni nunca, que ya no formaba parte de ella y que no cabía esperar que lo formara, en ese momento exacto, esos segundos de lucidez extrema consiguieron lo que no había logrado nadie en años. Lograron hacerla partícipe de todo ese juego que llevaban ,en el que principalmente según los espectadores ella era un juguete y él el jugador, abrirle los ojos de una vez y que ella se convirtiera en jugadora al igual que él, que ambos jugaran y se destrozaran y se revivieran mutuamente, o no.Era fácil culpar y quedar libre de culpa, pero ella no lo veía así, le fascinaba el juego hasta el momento en el que el juguete se quedó sin pilas y se agotó, hasta el momento en el que ella fue consciente de que estaba roto, que ya no se podía jugar más y que era hora de una despedida, distante porque aún no se sentía preparada para decir adiós, pero una despedida al fin y al cabo.
Ella que siempre lo había ansiado y necesitado ahora solo sentía unas ganas rotas y que esa esperanza de amarlo como nadie había hecho había desaparecido. Ya no necesitaba quererlo, no quería de hecho. Despertó de un bucle que siempre la llevaba a él para entrar en uno en el que todo absolutamente todo era nuevo, no había rencor, ni dolor, ni siquiera quedaba eso que la alimentaba, ese amor se había desvanecido junto con su herida.
Fue un adiós agridulce con una despedida inexistente, solo retumbó de sus labios " Te quería"
Ella que siempre lo había ansiado y necesitado ahora solo sentía unas ganas rotas y que esa esperanza de amarlo como nadie había hecho había desaparecido. Ya no necesitaba quererlo, no quería de hecho. Despertó de un bucle que siempre la llevaba a él para entrar en uno en el que todo absolutamente todo era nuevo, no había rencor, ni dolor, ni siquiera quedaba eso que la alimentaba, ese amor se había desvanecido junto con su herida.
Fue un adiós agridulce con una despedida inexistente, solo retumbó de sus labios " Te quería"
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