Cómo
cuando estás muerto en vida, muerta pero por tus ojos, por tu
sonrisa pervertida y a la vez dulce , por esos momentos en los que
dejábamos la coraza a un lado y era todo cien por cien real. Cómo
soñarte muerto y sentirme necrófila, cómo si se hubiera parado el
mundo y esas noches fueran tuyas y mías en exclusividad. Cómo
cuando nos vemos a oscuras porque la piel no conoce otra forma. Esto
es por todo aquello que no hicimos y ahora echamos de menos. Cuando
estamos solos y me miras te miro y se tensa el ambiente porque ambos
sabemos que algo ocurre pero no sabemos el qué. Me gustas y te
quieros que se quedaron atrapados en mi subconsciente por miedo a
salir de mi boca y que tu salieras de mi cama incluso de mi vida.
Ahora que ya no hay más oportunidades ni retorno te explico todo
esto para que me entiendas. Comprende que siempre te quise, hice mil
cosas contradictorias para que no interpretaras ese amor secreto como
locura u obsesión. Únicamente necesitaba un abrazo, un ¿cómo
estás ? , un te echo de menos, una burrada de las tuyas , pero algo
que me indicara que no te habías olvidado de mi, que seguía
presente en algún milímetro de tu ser, aunque no fueras ese tipo de
chico, hubiera agradecido mucho que hubieras dejado tu coraza de lado
algún crepúsculo y adaptarte a eso
que
necesitaba. Me mataba idea de pensar que pudiste encontrar lo que
necesitabas en mí y yo en ti, y equilibrarnos los dos y ni lo
intentamos, no se si por cobardía. No soporto el simple pensamiento
de que te pueda causar daño en algún momento y yo mientras
imaginando a la playa triste desde mi ventana. Supongo que para ti
fue una experiencia más y no me quejo porque es la realidad, pero no
te contradigas para provocar duda en mi, porque es egoísta. Todo el
mundo se empeña en olvidar en hacer nuevos planes nueva vida nuevas
personas, yo no. Pienso que es mucho más real vivir con tu recuerdo
guardar lo bueno y olvidarme de lo que me ocasionó dolor, y
guardarte en una parte de mí para personas especiales del que serías
el primer ocupante. No quiero saber tus planes, solo quiero planear,
volar, hacer tonterías de las que luego reírme. Me gustaría
llamarte suerte, pero creo en ti, creo en que un día nos podremos
saludar y hablar como adultos y te podré mirar a los ojos sin sentir
eso de ahora que no sé explicar, podré hacer mil cosas y no pensar
“ ojalá estuviera aquí él” y pueda disfrutar del todo. No se
si fue por miedo, cobardía o terror pero no pienso llamarte suerte
porque fuiste la montaña rusa más especial de mi vida y vas a
seguir ahí dentro de mí, como un recuerdo. Gracias por lo bonito y
absolución del daño y del dolor causado porque te quise y nunca me
planteé odiarte. Por todo esto buenas noches no suerte, no hay
retorno ni segundas oportunidades, pero es bonito recordar y que la
playa llore por los dos. Te quise, te quiero y te voy a querer toda
la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario