jueves, 7 de septiembre de 2017

Te echo de menos

Te echo de menos cuando dices que estás pero no estás. Cuando no soy capaz de cerrar los ojos mientras me abrazas, porque siento que si los cierro voy a dejar de pensar y a sentir, y ahora mismo no puedo permitirme eso contigo. Porque me haces frágil casi sin querer. Te echo de menos incluso cuando me abrazas o me das la mano, cuando me acaricias , porque sé que va a ser la última vez hasta dentro de mucho. Porque me da miedo que inconscientemente con esa forma de ser, que a menudo me desespera,  haces que me sienta bien. Porque haces que contigo el tiempo se me haga poco y siempre quiera más. Porque aunque a veces sienta que mientes, me gusta pensar que en realidad no es así. Me hago la borde para alejarte, porque tengo ese vacío en el pecho que me rompe cuando no estás. Porque siento tus nervios cuando estás conmigo, al abrazarme. Cuando me pegas a tu pecho, escucho tu corazón y se desboca, me encanta sentirte acelerado y ver como dudas si besarme o no, por mi reacción. Soy antipática contigo y te digo que no, pero en realidad me encanta que me robes los besos, me gusta que me hagas sentir especial de esa forma en la que solo tú lo haces. A veces me haces sentir que te importo de verdad , aunque lo demuestres a tu manera. Ignoras cuantas veces se me han pasado por la cabeza mis recuerdos contigo. Lo maravilloso que sería poder hacer planes algún día, pasar un rato los dos, simplemente hablar, dormir juntos. Abrir los ojos y verme al lado tuyo. Dormir tranquila, sin miedo a que al despertar te hayas ido. Pero sé que todo esto no va a pasar , porque no es justo para ninguno de los dos. Por eso me porto así , por eso intento alejarte. Porque el tiempo siempre es poco contigo y porque odio echarte de menos. Porque yo ya no soy yo desde hace mucho sino una lista de dolor, desconfianza y pasado, y no mereces eso.Porque me importas más de lo que debería y empiezo a echarte de menos de menos incluso antes de que te hayas ido

lunes, 27 de febrero de 2017

Un 27 del 2014

Pensé que cuando me tocara despedirme de ti se me haría imposible
Para mi sorpresa no lo fue. Me despedí no hace mucho, fue una despedida sin adiós sin último beso ni abrazo. Mejor que una despedida fue un adiós sin palabras gracias a tus errores y los míos.
Sabía que las cosas no iban a acabar bien pero tampoco imaginé que acabara todo así. Sin explicaciones sin por qués, con rencor por tu parte y aunque te cueste creerlo, arrepentimiento e indiferencia por la mía.
Que distintas eran las cosas hace tres años donde empezó todo, donde te lanzaste sobre mi por una apuesta absurda de ambos que perdí, no me imaginé que iba a perder tanto por dejarme llevar por ese beso que marcó mi vida.
Para ti fue un juego, un juguete más, un número que sumar a tu lista de trofeos, pero para mi fue lo peor y a la vez lo mejor que me pasó nunca. Si lo hubiera sabido en ese momento me hubiera echado para atrás sin dudarlo. Y es que mi vida cambió tanto desde ese día en el que empezaste a complicarme.
Al principio todo era divertido , distinto a todo lo que me había pasado y estaba fría en cuanto a la situación , pero perdí jugando. Jugué y con el tiempo, cada vez perdía más, tu cuerpo era mi casino y tu mente mi apuesta favorita, quería que te abrieras que no me hicieras trozos , que me dejaras cuidarte pero no pudo ser
Me dolía el pecho cada vez que te pensaba, temblaba cuando alguien pronunciaba tu nombre, me rompía cada vez que aparecía tu indiferencia, cuando tu cuerpo se me acercaba por el contrario temblaba de felicidad, de ganas contenidas.
 Me resistí durante mucho porque mi cerebro me decía que no aunque me follaras con la mente prácticamente cada vez que me besabas.
Nunca supe ni voy ni quiero saber lo que fui para ti , pero si imagino lo que podíamos haber sido , yo tu salvación y tu mi perdición. Hubiera cambiado tanto todo si solo te hubieras dado una oportunidad, si no me hubieras desechado desde el principio de tu mente,  y yo no me hubiera empeñado en entrar en tu corazón, en hacerte mejorar y en equilibrarnos mutuamente. Que tu encendieras el fuego y yo lo controlara para no acabar explotando ambos. Preferiste no intentar, no arriesgarte y huir pero tampoco me frenaste nunca. Pienso que te ponía mirarme y provocarme sin saber por donde iba a salir, te ponía controlarme y ponerme nerviosa. Pero todo acabó y espero que esta sea nuestra despedida porque no quiero nombrarte más ni contarle a las personas que me quieren como fue y como acabó todo. Así que esta es mi despedida. Adiós

miércoles, 25 de enero de 2017

"Lo que me gusta de ti "

 Me gusta tu sinceridad, que te mire a los ojos y no sienta miedo. Me gusta

como me pongo cuando te tengo cerca, cuando tus manos me tocan casi sin querer.

No te niego que he pensado en esas manos acariciándome completa y haciéndome

sentir segura.  Me gusta de ti cuando te tengo a escasos centímetros de mi boca

mientras inhalo en tu aliento sinceridad. Me gusta de ti tu comodidad con mi

cercanía, que sienta que aunque no se pueda cuanto más cerca los dos mejor, piel con

piel como en tu casi sueño. Me gusta de ti esa conexión mental que me generas, me

pone tu cerebro y eso me encanta. Esa confianza que me das, esa forma de ser

correcto aún sabiendo que no eres del todo feliz. Me gusta de ti la firmeza de tus

piernas y tus brazos al sostenerme. Me gusta de ti, imaginarme dormida en tu pecho,

inmóvil como si no tuviera un lugar mejor donde estar más que en tu cuerpo.

Eso que me provocas de todas las formas posibles, que me hayas hecho  lograr

después de mucho tiempo dormir sin sobresaltos. Me gusta de ti el pensarte en mi

cama conmigo encima controlando la situación. Me gusta imaginarte pidiéndome que

te bese y que no pare. Me gusta de ti todo lo que hace que nos acerquemos. Me gusta

de ti que no haya que forzar las cosas, que salgan solas y que fluyamos casi sin ser

conscientes de ello . Me gusta de ti, soñarte con mis manos en tu espalda y tu

cuerpo sobre el mío . Que desaparezca la conciencia y que no pensemos que solo

actuemos, que piel con piel se nos vayan los fantasmas y entremos en un bucle de

éxtasis  retroalimentado por tu cuerpo y el mío.  Que me pongas y te pongas nervioso,

que te ponga y me pongas nerviosa y entre nervio y nervio se te escape alguna

verdad. Me gusta de ti que sea un sueño porque en ese sueño hago de ti lo que quiero que quiero.